Eficacia y eficiencia: ¿las aplicas en tu empresa familiar?



Eficacia y eficiencia: ¿las aplicas en tu empresa familiar?

eficaz_eficienteAutor Colaborador: MARIO RIZO

Blog del autor: mariorizo.com

Firma Salles Sainz Grant Thornton

Hay que encontrar la mejor manera de reducir costos y elevar el margen de utilidad sin disminuir la calidad de tus productos o servicios.


En los tiempos actuales las empresas familiares que aún continúan en los diferentes mercados han logrado un grado de eficiencia y eficacia, pero a su vez, a medida que avanza el desarrollo se introducen más competidores, y si a la vez se suma entre otros factores la situación de crisis que estamos viviendo, se requiere no sólo que debemos ser eficaces, sino también que importa mucho el ser eficiente y mantener una mejora continua. Más aún, podríamos asegurar que en términos generales, aquellas empresas familiares que no lleguen a ser eficientes sostenidamente en medio de cualquier crisis económica y mundial, permanecerán poco tiempo en el mercado.

En el día a día de en la operaciones de tu empresa familiar hace falta poner en práctica estos dos conceptos centrales de la economía, para asegurar el mejor uso de tus recursos.

Los conceptos de eficacia y eficiencia son esenciales Un buen empresario debe combinar en forma permanente eficacia y eficiencia para hacer lo que hace falta y hacerlo de la mejor manera posible para la productividad y efectividad de su negocio. Aunque en lenguaje cotidiano puedan usarse indistintamente, es importante que los diferencies y los puedas aplicar de manera cotidiana en las actividades de tu negocio.

¿Qué significa cada uno de ellos?

  • Eficacia es «hacer las cosas correctas», es decir, hacer lo que se debe hacer para lograr los objetivos buscados. Se trata de determinar, entre todos los rumbos posibles, cuál se va a buscar, y de orientar los medios para alcanzar resultados. Ser eficaz en el negocio implica direccionar los esfuerzos hacia metas que tengan sentido y que ayuden a la supervivencia y crecimiento de la empresa.
  • Eficiencia, en tanto, es «hacer correctamente las cosas», es decir, no importa lo que se haga, concentrarse en el uso adecuado de los recursos. Se trata de lograr los resultados con la menor cantidad posible de tiempo y dinero o, con los mismos recursos, lograr resultados superiores. En la empresa familiar, la falta de recursos suele ser sistemática siempre hay más cosas por hacer que tiempo y dinero disponible y, por lo tanto, el uso eficiente de los recursos es imprescindible para mantener la ventaja competitiva de la empresa.

Un buen director debe combinar en forma permanente eficacia y eficiencia para hacer lo que hace falta y hacerlo de la mejor manera posible. Ambos conceptos son igual de importantes y necesarios para que un negocio pueda crecer, pero no siempre van de la mano.

Se puede observar que la noción de la eficiencia connota entre muchos administradores un sentido de eliminación de costos o de reducción de gastos. Por ende, el camino y la búsqueda de la eficiencia pueden ser observados como un problema en cómo maximizar la manera los potenciales de ahorro. Sin embargo, la eficiencia y la efectividad son términos centrales para abordar y medir el performance de las organizaciones. Para que los administradores y ejecutivos entiendan de manera más amplia que la eficiencia no debe de ser el costo de oportunidad de las empresas para oportunidades de crecimiento orgánico o inversiones sustanciales, por poner un ejemplo.

Por ejemplo, el departamento de reservaciones de un hotel es eficaz porque logran responder a todos los pedidos de reservación de los futuros huéspedes en el tiempo apropiado prácticamente en línea. Sin embargo, en la recepción se producen demoras en la entrega del cuarto y los clientes se van insatisfechos. La ineficiencia de este hotel atenta contra la rentabilidad del negocio.

Por otra parte, una empresa familiar puede ser muy cuidadosa en el uso de los recursos y, por lo tanto, eficiente, pero estar enfocada en objetivos irrelevantes o que ya no agregan valor. Es el caso de muchos negocios que ya han perdido vigencia, como la fabricación de cámaras fotográficas o máquinas de escribir. Para volverse eficaces, debería estar pensando en cómo innovar o reinventar su negocio para adecuarse al nuevo escenario del mercado.

La eficiencia no sólo debe ser aplicada en el área operativa de la empresa, sino también, en todas las demás áreas, es decir, actuar eficientemente; en donde no sólo se debe controlar los materiales, herramientas e insumos sino también el impacto en la operación del negocio como por ejemplo: El tiempo que dura la producción parada.

Para ser eficiente una empresa familiar que haya sido exitosa no debe quedarse contemplando ese éxito sino que debe monitorear el mercado y su nivel de participación en el mismo constantemente, para innovar y mantener o incrementar su participación en el mismo.

Una de las prioridades es buscar formas de eficientizar más los procesos y esto debemos hacerlo ya sea con recursos internos o contratados. Por ellos las empresas deben de ver a la eficiencia como algo necesario pero no como una condición suficiente para el éxito.

Hay muchas formas de ser más eficientes pero esto lo dejaremos a cada empresa en particular. Es muy relevante para la dirección el saber en qué dirección va la empresa y particularmente la eficiencia debe ser uno de esos parámetros críticos y estratégicos para lograr y mantener el éxito.

  • ¿Estas prestando atención a la eficacia en tu negocio?
  • ¿Tienes objetivos claros, defines qué se quiere lograr con cada tarea, mides los resultados buscados cuotas de ventas, clientes atendidos, cantidades producidas, etc.?
  • ¿Pones objetivos al equipo de trabajo, revisas el rumbo de los objetivos estratégicos de tu empresa con regularidad?
  • ¿Eres eficiente y eficaz en las operaciones de tu empresa familiar?

Ponemos a tu disposición los libros escritos por el Maestro Mario Rizo:

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