Impuesto al internet en México -El Chacal del Valle-



Mientras que en el mundo se implementan políticas para garantizar un mayor acceso a internet y aprovechar sus beneficios en otras áreas, en México el peligro de naufragio fiscal llevó a la aprobación de un nuevo impuesto a las telecomunicaciones. Éste, aunque aparentemente dejó fuera al uso de la web, lo reintrodujo disfrazado y amplió aún más la brecha existente respecto a otros países.


El panorama en el área es malo. A 40 años de la creación de internet y a casi 20 años de la privatización de las telecomunicaciones, la penetración de los servicios de internet en México está por debajo del promedio de América Latina. No sólo eso: los precios son más altos que en el resto de la región. ¿Resultado? Menos innovación, menos impacto y menos uso.

Ni el escenario anterior, ni la conciencia de que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) haya ubicado a México en el último lugar, en penetración de banda ancha entre los 30 países que conforman el organismo, evitó que –a fines del año pasado– los diputados mexicanos afectaran abiertamente el uso de la red de redes con una tasa. Para ellos, internet es un lujo. Y como las cervezas y los cigarros había que gravarlo.

Tras la ola de protestas e indignación que manifestó la sociedad mexicana por diferentes medios (donde Twittter jugó un papel importante), internet quedó exento del gravamen. O al menos eso se hizo creer. “El impuesto del 3% a las telecomunicaciones fue una medida gravísima y contraria al Plan Nacional de Desarrollo”, dice Gonzalo Rojon, director de análisis de la consultoría de negocios The Competitive Intelligence Unit (CIU), quien luego describe la “trampa” impositiva con la cual el 3% se aplicará de manera camuflada: “El servicio de internet fijo o móvil estará exento de impuesto sólo cuando se facture por separado de otros servicios de telecomunicaciones que se contraten y sólo cuando en esa facturación separada no rebase el 30% del total de los servicios de telecomunicaciones contratados.” El problema es que en México el servicio de internet tiende a ser contratado en paquete (como triple play), ya sea con teléfono o con cable. Es raro el caso en que se contrata internet sin ningún otro servicio.

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