Cadenas de valor, una opción para el crecimiento.



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Cadenas de valor, una opción para el crecimiento

Autor Colaborador: CPC y MI Juan Gabriel Muñoz López *

 

Estimado lector:

¿Has escuchado alguna vez el término “Pepsi-Coquita”?, yo sí, esto sucedió en una sesión de colegas de profesión en una charla técnica. En esa ocasión me divertí de lo lindo por la ocurrencia del expositor del tema, pero ahora en estas épocas de crisis resulta muy trascendental esa “formula” de hacer negocios, ya que de eso depende que las organizaciones puedan seguir produciendo/vendiendo y generando ingresos.


Dicho lo anterior, la interrogante sería: ¿Qué es una cadena de valor?, una respuesta sencilla y sin tanto tecnicismo, es una opción muy práctica de llevar a cabo negocios en forma conjunta con personas u organizaciones con afinidad o complementación a lo que nosotros nos dedicamos, y en la cual, el fin primordial es el famoso ganar – ganar sin perder cada una de las partes su esencia.

Para ello, la cadena de valor –desde mi particular punto de vista- debe revestirse, entre otros; de los siguientes atributos:

1. Visión afín y compartida del entorno que rodea al servicio o bien a ofrecer.

2. Complementación de fortalezas y esfuerzos conjuntos.

3. Actitud de servicio integral.

4. Mejora en procesos de entrega y/o prestación de servicios y atención de clientes.

5. Mejora en precios, lo cual de entrada es una ventaja competitiva respecto de otros productores y/o prestadores de servicios.

6. División de ganancias (no olviden el famoso ganar –ganar y que la escoba barre para los dos lados).

Luego entonces esa famosa frase “Pepsi-coquita” aún y cuando puede evocarnos una idea de competencia frenética y cruel, la quiero encauzar dentro del enfoque de complementación, en donde cada uno de los servicios que ofrecemos al estar en “simbiosis” con otros, nos permiten sortear las dificultades financieras que se nos presenten en un momento determinado, por ejemplo: Si eres una empresa que se dedica a la venta de insumos, materia prima, etc., puedes llevar a cabo tu cadena de valor con empresas que se dediquen a la transportación o fletes, con ello darás una eficiencia en tus operaciones pues al no tener que “invertir”en equipo de transporte, tampoco te meterás en un área que tal vez no domines y que te lleve a perder la esencia de tu negocio.

Otro ejemplo de cadena de valor lo son las que llevan a cabo empresas de venta de Software administrativo (contabilidad, nóminas, etc.) con profesionistas que tengan la habilidad para el manejo y facilidad para transmitir el conocimiento y operatividad de ellos, por esta razón; ésta simbiosis puede resultar muy interesante de llevar a cabo, pues el margen de utilidad para las partes resultará muy atractivo por el bajo costo de inversión, así como tiempo de trabajo, seguramente bien administrado, dará trabajo para ambas partes por un periodo de tiempo prolongado (mientras prevalezca la esencia del ganar – ganar).

No quiero extenderme en el tema, seguramente la idea queda como punto de partida, para iniciar esta labor, podrán leer que la esencia de la cadena de valor es la de complementar nuestras fortalezas en nuestra Industria, comercio o prestación de servicios en el cual tengamos presencia, resulta trascendental que se comparta la filosofía del bien común, anteponiendo para ello, el profesionalismo, ética, trabajo en equipo, honestidad y otros valores que ayuden en el tema.

¡Inicien su cadena de valor!, adiós crisis…

* CPC y MI Juan Gabriel Muñoz López Consultor Fiscal

email: [email protected]

twitter: @gabriel_fiscal

Sitio web del autor: elcoachingdebolsillo.blogspot.com