El estrés no es tu enemigo, controlarlo es la tarea.


El estrés no es tu enemigo

Por Tony Schwartz

Pocos de nosotros nos empujamos lo suficientemente lejos para alcanzar nuestro potencial, y eso nos ocasiona estrés. Pero también poco dormimos y descansamos, provocando también incomodidad y más estrés. ¿Cómo solucionar esta paradoja?

Sé que suena un poco de raro, pero es por eso que pregunto: ¿someterse al estrés es la única manera de obtener de manera sistemática una vida más fuerte, a nivel físico, emocional, mental y espiritual?.

Vivimos en el mito de que el estrés es el enemigo en nuestras vidas. Sin embargo, el verdadero enemigo es nuestra incapacidad para equilibrar el estrés con el reposo intermitente. Imagina lo siguiente: empuja tu cuerpo demasiado duro por demasiado tiempo -el estrés crónico- y el resultado será sin duda el agotamiento y colapso. Por otro lado, somete tu cuerpo a una tensión insuficiente: se debilitaría y se atrofiaría.

Esto es más fácil de ver a nivel físico. Ante la falta de ejercicio cardiovascular regular -que también es una forma de estrés- la capacidad del corazón para bombear eficazmente sangre cae un promedio de 1 por ciento al año entre las edades de 30 y 70, y más rápido después de eso. Del mismo modo, en ausencia del entrenamiento de fuerza corporal -literalmente empujando nuestro cuerpo contra la resistencia de nuestro peso- se pierde un promedio de 1 por ciento de la masa muscular cada año después de 30 años de edad.

Sin embargo, esos efectos pueden ser dramáticamente invertidos, aunque sea muy tarde en la vida. En una serie de estudios, un grupo de residentes de asilos de ancianos con una edad media de 87 fueron puestos en un programa de entrenamiento de fuerza 3 veces por semana durante 45 minutos por sesión. Se les dio un montón de tiempo para descansar entre series y de recuperación entre sesiones. En promedio, los ancianos doblaron su fuerza en tan sólo diez semanas.

El principio es simple, pero no del todo intuitivo. Cuanto más te esfuerzas, más le das una señal al cuerpo para crecer. Se llama supercompensación: el crecimiento que realmente ocurre durante la recuperación. No obstante, el factor limitante del crecimiento es sobre todo la tolerancia a la incomodidad.

Piensa por un momento en tu atención. Absorto, centrado, el corazón tiene en realidad un gran rendimiento. Por desgracia, nuestras mentes tienen vida propia independiente, saltan de un pensamiento a otro en segundos. Y además, también más difícil que nunca el hecho de mantener la concentración en esta era digital. Nunca antes habíamos tenido que lidiar con las distracciones de tantos seductores.

Resumiendo, el entrenamiento de la mente funciona bajo el mismo principio que el entrenamiento del cuerpo. Al centrarnos en una cosa durante un período de tiempo determinado -por ejemplo, contar la respiración, o trabajar en una tarea exigente, o incluso leer un libro difícil- tú estás sometiendo tu atención a la tensión.

A medida que tu mente se distrae, el reto es volver tu atención a la respiración, o la tarea, o el libro. Efectivamente, es el control el entrenamiento de tu atención. Cuanto más intensamente practicas, más fuerte te estás volviendo.

La alternativa a todo esto es la superficialidad. Gran parte de lo que hacemos durante todo el día requiere poco esfuerzo real, pero sólo produce una satisfacción fugaz.

Para mí, escribir este blog es una manera intencional de esforzarme contra el malestar durante varias horas cada semana. Yo escribo a la misma hora, durante 90 minutos seguidos, antes de tomar un descanso. Trabajar en una pieza de escritura me obliga a pensar mucho y con escrutinio, sobre un tema que me importa a mí, y luego tratar de componer frases que sean sencillas, frescas, y claro, que digan exactamente lo que quiero decir con ellas.

Puede ser frustrante e incómodo pensar mucho -sobre todo al principio del proceso. A menudo me siento obligado a levantarme de la mesa y comer algo, o mirar el correo, o hacer otra cosa que seguir escribiendo. Me distraigo.

De vez en cuando sucumbo, pero sobre todo he aprendido desterrar estas indulgencias, confortado por el conocimiento de que mantener el rumbo en última instancia me hace sentir más vivo, más productivo y mejora lo que pienso sobre mí mismo.

Completar un reto de trabajo, o una dura sesión de ejercicios, o un libro intelectualmente exigente, nos libera para disfrutar de verdad y disfrutar el periodo posterior: para experimentar el tiempo libre restante no tocándonos la barriga, sino como una oportunidad totalmente ganada para la restauración y el descanso.

La mayoría de nosotros instintivamente estamos dentro del área del malestar. Muchas personas operan sobre una zona gris: rara vez se comprometen plenamente y rara vez se relajan profundamente.

La práctica podría añadirle energía a la vida de cada uno, al empujarnos regularmente más allá de nuestra zona de confort. El aumento de la amplitud de onda, a partir de un intenso esfuerzo y luego de una renovación profunda, es el camino más seguro hacia una vida más plena.

Tony Schwartz es presidente y CEO de The Energy Project, empresa enfocada en el desarrollo humano y bienestar de equipos de trabajo y corporativos. Además, es autor de varios libros. Búscalo en Facebook y conéctate con Tony en Twitter.com.

Artículo visto primero en:  http://ssgtnet.com.mx