El Contador Público se enfrenta todos los días a distintas amenazas. Importancia de la ética en su trabajo.


Ser Ético, es Rentable.

C.P.C. EVANGELINA CONTRERAS CARO

Directora de BDO Oficina Tijuana

Para hablar de ética debemos remontarnos a la época de los griegos donde se trata y se define este concepto, y los más grandes sabios y filósofos que nos han dejado un entendimiento de su significado fueron Sócrates, Platón y Aristóteles.

A continuación, y en forma breve tenemos unas frases de estos grandes pensadores:

Sócrates considerado el padre de la ética, dijo:

“No es comprensible que un hombre, conociendo el bien, no lo realice, sabiendo que este le da la virtud y la felicidad” …

Platón que fue su alumno refiriéndose a la ética dijo:

…“Yo digo que quien es honesto y bueno sea hombre o mujer, es feliz, mientras que el injusto y malvado es infeliz”…

y como alumno de Platón, Aristóteles dijo:

…“El fin supremo de la ética es la felicidad humana, Lo más bello es la perfecta justicia, lo mejor, la salud, pero lo más placentero es alcanzar lo que se ama”…

Por lo que hemos leído, los tres coinciden que si el hombre realiza el bien y la justicia puede llegar a lograr la virtud y la felicidad humana.

En épocas más contemporáneas, en el año 1925 cuando nace nuestro Instituto de Contadores Públicos Titulados de México el nombre que precede al del Instituto Mexicano de Contadores Públicos, los fundadores de este gran organismo tuvieron muy claro que la práctica de la Contaduría Pública debería estar regida por un código de actuación profesional y establecieron las reglas del juego, plasmándolas en el Código de Ética Profesional el cual inició con 22 artículos en aquella época, pero que a medida que las empresas, la economía y la diversidad de servicios de nuestra profesión ha evolucionado, en nuestros días contiene un promedio de 1100 secciones las cuales definen en forma clara los sectores donde el profesional de la contaduría se puede desarrollar, a saber;

• Contadores Públicos en el sector Privado y Público, es decir en la empresa privada y el gobierno.
• Contadores Públicos en la práctica independiente.
• Contadores Públicos en la docencia.

Ejercer la contaduría pública nos plantea responsabilidades y desafíos en nuestra actuación diaria con los clientes que patrocinan nuestros servicios.

Debemos estar conscientes que antes de ser profesionales en nuestra área, somos seres humanos y que, por lo tanto, existe una línea muy delgada entre nuestros intereses personales, la subjetividad que podemos ponderar al aplicar nuestros conocimientos y hasta en un momento dado tomar ventaja de este conocimiento por esta frágil condición humana.

El Código de Ética nos establece los estándares de conducta que se espera de un Contador Público y que son los principios fundamentales basados en la Integridad, Objetividad, la Confidencialidad, la Diligencia y Competencia Profesional y el Comportamiento Profesional.

Ser íntegro implica ser honesto y honrado en todas las relaciones profesionales y de negocios es decir no estar asociado con información falsa o de ocultamiento de información. Ser objetivo implica el no comprometer su juicio profesional o de negocios dejando a un lado sus prejuicios o evitando el conflicto de interés y estableciendo claramente su independencia en cada relación profesional.

Ser Diligente y Competente tiene que ver con el cuidado que debe tener el contador público de solo aceptar trabajos para los cuales está calificado y preparado para asegurar que sus clientes reciban servicios profesionales de calidad con toda precisión y responsabilidad, para ello cuenta con las herramientas de la Norma de Desarrollo Profesional Continuo y la Norma de Control de Calidad. La Confidencialidad, donde el profesional de la contaduría debe ser capaz de no revelar a terceros información, sin la autorización previa del cliente, ni usarla para fines personales o de terceros.

Por último cuando hablamos del Comportamiento Profesional se refiere que el Contador Público debe evitar cualquier acción que desacredite la profesión, como involucrarse en situaciones ilícitas, así como cumplir con leyes y regulaciones.

Como se ha mencionado, el Contador Público se enfrenta todos los días a distintas amenazas como pueden ser de interés personal es decir que anteponga su beneficio al prestar su servicio profesional por ejemplo, que dependa desproporcionalmente de los honorarios de un cliente en comparación con los demás y que esté dispuesto a ser permisivo con tal de no perder a dicho cliente.

También se enfrenta a la amenaza de la auto revisión es decir, por ejemplo que ejecute y procese la contabilidad de una empresa y a su vez le preste el servicio de auditoría, aparte de considerarse un conflicto de interés para nuestro código de ética profesional; otra amenaza es la de interceder por un cliente como ejemplo tenemos que la firma de contadores promueva las acciones de un cliente cuando le está prestando servicios de auditoría, o que lo defienda en un litigio como abogado.

Amenaza de familiaridad como ejemplo puede ser que un miembro del equipo de auditoría sea familiar del director de la empresa que contrata este servicio, o la aceptación de obsequios de un cliente en gran cuantía que cause una falta de objetividad en el momento de emitir una opinión de la situación financiera de la empresa, también se presenta esta amenaza cuando tenemos una larga duración con un cliente y dejamos de ser objetivos, independientes y hasta permitir que deje de cumplir con todas las leyes y regulaciones que le corresponden.

Cuando los contadores públicos cumplimos con los principios fundamentales y estamos protegidos con salvaguardas para las amenazas que se nos presentan día con día, seguiremos avanzando con mayores clientes y empresas, ganando su recomendación y a su vez logrando un mayor prestigio y por ende mayor rentabilidad en nuestra práctica profesional, por eso…

“EL SER ÉTICO ES CONSISTENTEMENTE RENTABLE” …
“SEAMOS LA MEJOR VERSIÓN DE NOSOTROS MISMOS”


Por cortesía de:

revista CROSS